26.9.08

El océano de Olivia.


El cielo estaba lleno, -de azul y de sol.
El océano lo reflejaba y se veía plano y brillante
como el suelo de un lujoso salón de baile.


Para Marta, ésta era la más maravillosa visión, un milagro. El océano la hacia sentirse insignificante y algo temerosa.


No le apetecía caminar ni bailar sobre la superficie del océano.
Tampoco nadar en él.
Lo que quería era ser el océano.

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